El conocimiento verdadero y cómo llegar a él

El conocimiento verdadero y cómo llegar a él


El hombre, como animal racional, está siempre haciéndose  interrogantes sobre su origen y el funcionamiento de las cosas. Está juzgando, sintiendo, queriendo en actitud natural de saber, de alcanzar un máximo conocimiento.

Pero, ¿cómo es posible la transmisión o la comunicación del conocimiento?


Pueden existir dos posibilidades, una por medio de la experiencia en el caso del Empirismo, el cual, considera que “el único conocimiento sólido, fiable y con garantías es el que parte de los datos sensoriales, es decir, de lo que vemos oímos, olemos, tocamos y saboreamos” (Aguilar, 2015, pág. 48). John Locke con su Ensayo sobre el conocimiento humano, hace hincapié en la importancia de la experiencia de los sentidos en la búsqueda del conocimiento.

Por el contrario, en el racionalismo, la razón es la fuente principal del conocimiento. Rene Descartes propone que para hallar la verdad, la razón es el método adecuado de llegar al conocimiento, ya que, “el hombre se halla libre solo bajo el peso de la verdad, en el sentido de que obedece solo a sí mismo” (Antíseri, 2010, pág. 459). Por lo tanto, estos serían los posibles caminos para transmitir el conocimiento,  no obstante, uno no es más importante del otro, son necesario para la comunicación del conocimiento, ya que estas son las fuentes del conocimiento humano.

Sin embargo, Locke coincide con Descartes en que el conocimiento es siempre conocimiento de ideas. Las ideas son el objeto de nuestro conocimiento, su contenido mismo: todo lo que conocemos son ideas (Aguilar, 2015).

Ahora bien,  ¿cuál es la diferencia entre conocimiento y opinión?

El conocimiento es algo que se ha experimentado, ha pasado por un proceso de investigación para dar una proposición verdadera, como era entendido por Aristóteles; en cambio una opinión es un juicio, una idea confusa como la entendía Parménides, acerca de la realidad y que se opone al conocimiento verdadero.

Ahora bien, ¿es posible considerar un conocimiento como verdadero? ¿Cómo es posible?

Se puede partir de por conocer la realidad, ya que, el tener conocimiento de la realidad es fundamental para dar respuestas de a un problemas. Sin embargo, hay que partir de ¿Qué es la realidad?

            La realidad puede ser entendida como aquello que acontece de manera cierta y que sirve de punto de partida para un problema bien sea filosófico o científico. Pero, cabe resaltar que con esta realidad es la que interactúa el sujeto para poder conocer la verdad y esta verdad puede condicionar la manera de pensar.

La verdad nos puede condicionar porque “la verdad es subjetiva, ya que, siempre depende de las vivencias que la sustentan la significación y es relativa porque siempre tiene que hacer relación, estar referida a vivencias que han tenido alguien, que se hacen presentes en el sujeto y se pueden sustentar una significación indicada de ellas” (Guillén, 2006, pág. 133).

No obstante, algunos filósofos consideran que el conocimiento verdadero no existe, esto se debería a que no se puede conocer la verdad de todo. No se conoce la verdad de todo porque el hombre no ha podido plantearse cuál es la “madre” de las preguntas y así llegar a conocer todas las preguntas. Pero se puede especular que el conocimiento verdadero depende de los paradigmas de lugares y acontecimientos concretos; dado que el conocimiento es relativo, es decir, depende del pensamiento de las sociedades.

Sin embargo, hay otros filósofos exponen que el conocimiento es relativo, como es el caso del filósofo francés, René Descartes, plantea un método con el cual pretende ofrecer unas reglas que faciliten conducir al conocimiento verdadero de todo lo que se puede conocer.

En el Discurso del método, Descartes plantea cuatro reglas para llegar al conocimiento verdadero: la evidencia racional, el análisis, la síntesis y el control.

En la primera regla, con la evidencia se pretende “no aceptar nada como verdadero que no se sepa que es tal con evidencia, es decir, evitar cuidadosamente la precipitación y la prevención” (Antíseri, 2010, pág. 435). Por tanto, la evidencia consiste en la claridad y en la distinción de no aceptar nada como verdadero hasta que no tengamos la evidencia de que lo es.

En la segunda regla, el análisis consiste en “dividir cada problema que se va a estudiar en tantas partes menores en cuantas sea posible y necesario para resolverlo” (Antíseri, 2010, pág. 436), es decir, dividir cada uno de los problemas en sus partes simples para ser analizadas y que es precisamente en lo que consiste la razón, en ese ir paso a paso para llegar a.

En la tercera regla, con la síntesis lo que se pretende es “conducir con orden mis pensamientos, comenzando por los objetos más simples y fáciles de conocer para llegar, poco a poco, hasta el conocimiento de los más complejos; y suponiendo un orden también entre ellos de los cuales unos no preceden naturalmente a los otros” (cf. Antíseri, 2010, pág. 437), en otras palabras, con la síntesis se busca ir por orden, empezando por simples y fáciles para ir ascendiendo por orden.

Descartes concluye que “la cuarta regla es la de hacer en todas partes enumeraciones tan complejas y revisiones tan generales que se esté seguro que no ha omitido nada” (Antíseri, 2010, pág. 437), es decir, realizar un repaso de los elementos analizados para evitar fallas.

Por tanto,  para que un conocimiento verdadero, sea considerado como tal, implica un relacionarse con la realidad de la cual se pueden formular juicios infalibles e indiscutibles, y se llega a esto, por medio un método permita poder llegar a dar respuestas del problema.

Sin embargo, para llegar a un conocimiento verdadero se necesitaría conocer todo lo que existe en nuestra realidad, lo que conllevaría una constante duda sobre las cosas, es decir, si se toma la experiencia como camino para llegar al conocimiento verdadero, cabe la posibilidad de que los sentidos nos puedan engañar y si los sentidos nos pueden engañar, es decir,  a veces se tiene la certeza de que lo que ven nuestros ojos es lo que existe pero no es así, puesto que, la verdadera realidad puede ser tergiversada por distintos factores (enfermedad, clima, etc.) y la razón puede variar según la realidad, ¿hasta qué punto el conocimiento es verdadero?







Referencias

Aguilar, S. (2015). Locke, La mente es una "tabula rasa". Buenos Aires: EMSE EDAPP.
Antíseri, G. R.-D. (2010). Historia de la filosofía 3. Bogotá: San Pablo.
Guillén, G. V. (2006). Tratado de Epistemilogía. Bogotá: San Pablo.
https://www.youtube.com/watch?v=Nkb8Nm7k8aQ
https://www.youtube.com/watch?v=9BMXwjKOSyk
https://www.youtube.com/watch?v=WnPzMvzSvEg


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